El cepillado

El cepillado dental es parte de nuestra rutina diaria y debe hacerse correctamente. Pero este hábito ha de realizarse correctamente, pues de lo contrario podríamos dañar el esmalte de los dientes o irritar las encías. El cepillado ha de durar entre 3 y 5 minutos.

La frecuencia del cepillado dental es la misma para niños, adolescentes y adultos, con o sin tratamiento de ortodoncia, con o sin enfermedad periodontal, 3 veces al día, después de cada alimento.

Los cepillos dentales son las principales herramientas que se utilizan para prevenir las enfermedades dentales y periodontales más comunes. Pueden ser manuales, con baterías o sónicos. En el mercado encontramos cerdas de grado de dureza: ultrasuaves, suaves, medios, duros, etc. El más recomendable a priori es el medio, mientras que los suaves y duros se utilizan en algunos casos, donde el especialista los indique para un problema en específico.

Se recomienda cambiar el cepillo dental cada 3 meses, ya que es el tiempo de vida promedio, cuando las cerdas del cepillo se abren, causan daño en las encías y el cepillado dental sería ineficaz.

Lo primero, saber elegir el cepillo

Las características óptimas de un cepillo dental son las siguientes:

 

  • Cerdas suaves, con puntas pulidas y redondeadas.
  • Cabezal pequeño.
  • Mango anatómico y firme.

 

 

ELIJA EL CEPILLO DE DIENTES CORRECTO

 

La gente debe considerar el tamaño apropiado de la empuñadura y su pincel. Hay incluso cepillos de dientes para niños con diseños que hacen que se vea como un juguete, pero esto puede impedirles que se cepillen los dientes correctamente. Sin embargo, no hay ninguna diferencia si se cepilla los dientes con un cepillo de dientes eléctrico o uno manual, siempre y cuando usted sea capaz de limpiar la boca y los dientes correctamente.

 

ELIJA LAS CERDAS CORRECTAS

Especialmente para los niños pequeños y personas con dientes sensibles, las cerdas suaves deben ser escogidas a fin de no irritar las encías sensibles. Sin embargo, las cerdas del cepillo no deben ser muy suaves y en su lugar deben ser lo suficientemente fuertes para eliminar las partículas de comida y placa. Además, no deberían ser demasiado fuertes como para causar irritación en las encías o daño al esmalte.

 

LAVARSE CON REGULARIDAD Y TIEMPO SUFICIENTES

Es un error común pensar que el cepillado debe ser al menos dos veces al día, y que esto es lo suficientemente bueno para eliminar las caries y prevenirla. Se recomienda cepillarse por lo menos después de cada comida, que suele ser tres veces al día.

Un intervalo de tiempo más largo entre el cepillado puede causar la acumulación bacteriana y dará lugar a problemas en las encías y los dientes. Además, debe cepillarse por lo menos tres minutos por sesión para poder dar abasto a todas las superficies de los dientes, las encías, el interior de las mejillas y la lengua.

Técnica de cepillado

Es muy importante seguir una técnica rutinaria y ordenada para no olvidar ninguna zona sin cepillar.

 

Coja el cepillo como si fuera a escribir con él y coloque el cabezal del mismo a lo largo de los dientes anteriores, en posición horizontal, con un ángulo de 45° con el eje vertical de los mismos. Cepille los dientes colocando las cerdas sobre la encía en un ángulo de 45 grados. Las cerdas deben estar en contacto con la zona donde se unen dientes y encías (figura 1).

 

Cepille suavemente la superficie dental externa de 2 ó 3 dientes por vez con un movimiento de barrido que debe ir desde el cuello del diente al borde incisal u oclusal de la corona. Es decir, en arcada superior, cepillar hacia abajo, y viceversa. Mueva el cepillo al próximo grupo de 2 ó 3 dientes y repita la operación (figura 2).

 

Continúe por los dientes superiores en su cara interna (paladar), una vez colocado el cepillo realice una suave vibración (como si le temblara el pulso) durante 4-6 segundos. Terminaremos “barriendo” los dientes suavemente de arriba-abajo (figura 2).

 

Repetiremos la operación anterior en todos los dientes y superficies (paladar y labial) tanto superiores como inferiores (en estos últimos “barriendo” de abajo-arriba) (figura 3).

 

En las zonas linguales de los incisivos colocaremos el cepillo en vertical y realizaremos los mismos movimientos (figura 4). 

 

Las caras oclusales (zonas de masticación) se cepillaran con movimientos circulares (figura 5).

 

La limpieza lingual podemos realizarla con el cepillo dental. Cepille la lengua de adelante hacia atrás para eliminar las bacterias que producen el mal aliento (figura 6).

 

También podemos utilizar el LIMPIADOR LINGUAL “raspando” la lengua de atrás hacia delante. Al terminar aclararemos con abundante agua (figura 7).

La pasta dentífrica

Aunque lo más importante durante el cepillado es el efecto de barrido que se realiza con el cepillo, los dentífricos son coadyuvantes en esta tarea.

Los dentífricos dentales se clasifican de acuerdo a su formulación, por lo que su composición puede variar en función de sus indicaciones. Hay pastas o geles que están diseñados para tratar la sensibilidad dental, otros para combatir la gingivitis o el sangrado de las encías, el control de la placa, el blanqueamiento dental, etc.

Por eso, es esencial seguir las recomendaciones de su dentista.